Odiosas comparaciones palaciegas

¿Son odiosas las comparaciones en el ámbito de la justicia? ¿Son necesarias? ¿Pueden hacerse? ¿Lo cuantitativo deja lugar a lo cualitativo? Algunos (pequeños) números del iceberg.

El año pasado compartí un pequeño hallazgo hecho por casualidad sobre los números de gran parte de los juzgados y cámaras de Tucumán durante el 2021. Ahora llegó el tiempo de las comparaciones.

¿Son siempre odiosas las comparaciones como dice El Quijote? No lo sé, pero seguro que son necesarias. Si no comparamos lo que medimos, nunca se podrá mejorar.

Demasiada introducción para avisar que comparto los datos del 2022, gracias al protocolo digital de sentencias. Recuerdo que los comentarios son libres, pero los hechos sagrados.

1. La trinchera comparada

¿Cómo anduvo en 2022 la trinchera de la primera instancia? ¿Cambió algo? En un principio, lo que no cambió fue la excepción de los fueros de Penal y de Familia y Sucesiones, cuyos protocolos de sentencias continúan guardados bajo siete llaves, sin estar disponibles para su consulta.

Ahora bien, sí es de destacar que, a diferencia de 2021, no hay ningún juzgado que tenga cero sentencias como registro. Evidentemente la tarea de registrar las sentencias se ha tomado con la seriedad debida y eso permite tener más datos de calidad. Enhorabuena.

Ese registro se nota que también se extendió a 2021, pues los tres juzgados que no tenían ninguna sentencia registrada completaron sus datos, con lo cual también pueden compararse con los de 2022.

¿Se dictaron más o menos sentencias en 2022 en comparación con 2021? Pues más, porque los 45 juzgados dictaron 51.170 sentencias. ¿Eso es mucho o es poco? Es un 13% más, pero, como no se tiene todo el contexto, no se sabe si es bueno o malo. Quizás entraron más casos. Quizás se sacaron sentencias vencidas (el famoso “atraso”).

La causa, en todo caso, no puede afirmarse por ausencia de datos sobre el flujo y los vencimientos. ¿Cuántos casos estaban para resolver en el período analizado? ¿Cuáles eran las fechas de vencimiento? ¿Las sentencias registradas corresponden al total de casos que vencían en el período analizado? Preguntas que, por ahora, permanecen sin respuesta.

El líder individual

El fuero de Cobros y Apremios de Capital sigue encabezando el podio, pero se emparejó la situación entre las juezas Ana María Antún de Nanni y de Adriana Elizabeth Berni, con 5789 y 5867 sentencias respectivamente. El dato interesante es que la segunda casi iguala a la primera con un sorprendente 40% de mejora. Los juzgados sureños no mueven el amperímetro.

El líder grupal

El fuero de Documentos y Locaciones continúa ocupando el segundo puesto cómodo en cuanto a números individuales, pero en su conjunto explica el 40% del total de las sentencias emitidas, lo que lo hace el líder grupal.

El podio de juzgados más productivos son los que se encuentran a cargo de Carlos Raúl Rivas (IIIª Nominación), Enzo Darío Pautassi (IVª Nominación) y el vacante de la VIª Nominación. El líder produjo un impresionante 82% más en comparación con su 2021.

Los juzgados sureños todos juntos no superan ni a uno capitalino.

El residual

En el fuero residual por excelencia, como es el Civil y Comercial es un juzgado vacante (Iª Nominación) el que encabeza la producción, lo que podría indicar que se avanzó con el atraso usual que supone una vacancia. Sin embargo, los juzgados que más mejoraron en cuanto a producción comparada fueron los que se encuentran a cargo de Mirta Estela Casares (VIIª Nominación) y el recientemente vacante por el fallecimiento de Jesús Abel Lafuente (VIª Nominación).

Si se juntaran todos los juzgados sureños en uno solo, sería el que más sentencias dictó por lejos, con 1479. El juzgado a cargo de Luciana Eleas (Monteros) es el que aumentó su producción mucho más que el resto.

El más extendido

Trabajo no solo es el fuero más extendido, sino también el que cierra el podio en cuanto a producción agrupada, con 9239 sentencias se encuentra luego de sus pares de Cobros y Apremios y de Documentos y Locaciones.

Nuevamente un juzgado vacante (IVª Nominación) es el que lidera la tabla capitalina. Sin embargo, lo interesante es observar que los juzgados “nuevos” (VIIª a XIIª Nominación) han elevado su participación en el total de sentencias a un 28,5% en comparación del 25,45% del 2021.

Los juzgados sureños todos juntos harían más o menos un juzgado capitalino histórico.

Los contextos ausentes

Los números, sin los contextos adecuados, pueden decirnos muy poco o, directamente nada. ¿Es el juzgado que sacó más sentencias el mejor de su fuero? ¿Es ese aspecto cuantitativo relevante? ¿Por qué? ¿Por qué no?

Un número que pondría contexto a esto sería la cantidad de procesos para dictar sentencia que tuvo cada uno en el período analizado. Lamentablemente está ausente.

Ni hablar de lo cualitativo. ¿Se pueden clasificar las sentencias por su complejidad? Por supuesto que sí, ya que no es lo mismo una resolución de beneficio de litigar sin gastos que una definitiva ni una medida cautelar que una interlocutoria que resuelve excepciones previas. De más está decir que la variedad es inmensa, pero ese aspecto también está ausente.

¿Es alocado pensar que la cantidad de personas es otro número relevante a tener en cuenta? ¿O el de los relatores? ¿O, mejor dicho, el de las personas que hacen la función de relatoría? Otra vez los datos, que podrían dar un mejor contexto para su lectura, se encuentran ausentes.

2. La cámara en las comparaciones

¿Y cómo anduvieron las cámaras en sus comparaciones? En total dictaron 9006 sentencias, apenas un 6% más que el 2021. Con los números de ambos años podría decirse que el índice de recurribilidad tucumano no llega ni siquiera al 20%.

La escasez recursiva de la estrella de la trinchera

Los datos confirmarían que Cobros y Apremios solo es concurrido en primera instancia, aunque, quizás por alguna diferencia al registrar o por alguna jurisprudencia controvertida en primera instancia, las salas capitalinas tuvieron mucho más trabajo.

La vacante se nota

Cuando hay una vacante se nota y el ejemplo más elocuente es la segunda instancia del fuero de Documentos y Locaciones donde la única sala incompleta tiene menos sentencias dictadas. El sur continúa con números súper bajos.

La residual con diferencias

En la cámara capitalina del fuero residual de Civil y Comercial se nota una diferencia notoria de casi 100 sentencias entre la Sala 1 integrada por Laura Alcira David, Marcela Fabiana Ruiz y Álvaro Zamorano y la Sala 3 de Alberto Martín Acosta, Raúl Horacio Bejas y Carlos Miguel Ibáñez. La Sala 2 disminuyó sus números. ¿El sur? Ni entero hace una sola sala.

Cambios en la extendida cámara

En el fuero del Trabajo, en Capital, la Sala 5, otrora la de menor producción, pasó a la cabeza y dejó atrás a la anterior estrella, la Sala 3, a pesar de que tiene una vacante. Lo que no cambia es que el sur completo no supera ni siquiera a la Sala 2, que fue la de menor producción.

La cámara que es trinchera por ahora

Sin la implementación de los juzgados de primera instancia, la cámara en lo Contencioso Administrativa sigue haciendo de trinchera y sus números lo demuestran, pues sigue siendo la que más sentencias aporta al conjunto, con 3291 lo que constituye el 36.5% del total. La disparidad entre las Salas 1 y 3 con la 2, que está integrada a medias, se mantuvo en forma clara a lo largo de 2022.

Sin sorpresas, pero con curiosidades

Los números de las cámaras no depararon sorpresas. Las tendencias en general se mantuvieron. Sin embargo, es curioso que una sala integrada a medias de un fuero (Sala 2 de Contencioso Administrativo) sea colista mientras la de otro fuero (Sala 5 de Trabajo) sea líder. ¿Por qué se pueden dar estos casos? ¿Qué factores influyen para que pasen cosas así?

3. El iceberg se mantiene

Pasan los años, pero el iceberg se mantiene: solo vemos su punta, pero no todo lo que se esconde. Muchas preguntas siguen sin responder, que hacen a la cantidad de casos que entraron en cada juzgado para resolver, las sentencias pendientes, el tiempo que se usó para resolver, las demoras y su aceptabilidad. Algunas de esos aspectos intenté tratar en otro sitio, pero aplicados a la Corte Suprema de Justicia de Tucumán durante 2021, no al resto de los tribunales.

Aunque la suspensión de la Acordada 905/14 que promete muchos datos de calidad ya lleve casi nueve años, no hay que ver el vaso medio vacío, sino el lleno. ¿Cuál sería ese? Pues que al menos hay (algunos) números públicos sobre el trabajo de su majestad, la justicia, que debe trabajar a la luz del día y rendir cuentas.

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