Carlos Gardel decía que “20 años no es nada”. Supongo que lo mismo aplica a quince años que cumple el Consejo Asesor de la Magistratura de Tucumán (CAM), que lo recuerda en otro vistoso video en redes sociales.

Hace ya más de un año intenté poner en contexto algunos datos del CAM, que había presentado un rimbombante reporte de productividad. Por supuesto, la idea era no marearse con los números, pues sin contexto, no podemos apreciarlos.
Más de un año después el CAM festeja sus 15 años. Y no, no hace fiesta, sino que comparte, nuevamente, datos de toda su actividad desde su inicio.
1. Perspectivas: menores
Cabe destacar que, entre el año pasado y este, el CAM avanzó muchísimo con todos los concursos en trámite. En su momento, hasta el 14/08/23 tenía 77 concursos en trámite. Al 08/11/24 el organismo solo tiene 25. Prácticamente ha disminuido al casi 33% su actividad. Y es lógico. Merced a las entrevistas múltiples más el llenado de las vacantes y la no creación de nuevos cargos, el flujo de trabajo del ente tenderá a disminuir cada vez más. Por si no hiciera falta decirlo, no es normal, habitual ni deseable tener gran cantidad de vacantes a cubrir. ¿Puede pasar? Sí, por supuesto, el mismo CAM al principio de su creación se enfrentó con una situación de emergencia judicial atroz. Sin embargo, si uno se pone a reflexionar, lo usual es que el número de concursos sea bajo. ¿Por qué? Pues porque como dije por acá, el Poder Judicial se caracteriza por ser un mercado laboral interno. Las vacantes no se producen todos los días. En general los jueces, fiscales y defensores tienen, merced a la garantía de inamovilidad, muy pocas posibilidades de abandonar sus cargos. Si no hay jubilaciones, renuncias, muertes o juicios políticos, las vacantes van a tender a ser menos. Eso sí, siempre y cuando no se creen nuevas unidades judiciales como, por ejemplo, en el Centro Judicial del Este.
2. Datos cuantitativos y preguntas
Nuevamente, comparte datos cuantitativos y está bien que así sea. Dejo a un lado la cuestión de la eficiencia cuantitativa. Ya es molesto preguntar siempre lo mismo: todo bien con la cantidad de concursos y de ternas, pero estaría bueno analizar cuánto demoran.
¿Cuánto demora en promedio un concurso? ¿Es mucho o es poco? ¿En relación a qué? ¿Qué factores influyen en la demora? ¿Hay algo que se pueda hacer para disminuir el tiempo? ¿Es necesario reformar el reglamento? ¿La ley? ¿Es necesario que se realicen más sesiones? ¿O basta con que se haga una semanal? ¿Importa algo de todo esto? ¿Es un objetivo el del CAM hacer concursos en menos tiempo? ¿Por qué? ¿Son necesarios más empleados para disminuir los tiempos de los concursos? ¿O la planta de personal es suficiente?
Sí, muchas preguntas que no tienen respuesta con los datos cuantitativos orgullosamente compartidos. Quizás en un próximo aniversario alguien intente contestarlas.
3. Lo incómodo de lo cualitativo
Lo cuantitativo vende. Lo cualitativo incomoda. Parece una frase propia del marketing, pero la realidad es así y algunas preguntas sobre lo cualitativo, lo prueban. ¿Los jueces, fiscales y defensores seleccionados por el CAM en estos 15 años son mejores que los del sistema anterior? ¿Por qué? ¿Cómo medirlos? ¿Por los pedidos de juicio político? ¿Por el índice de sentencias revocadas? ¿Por la duración de los procesos? ¿Por las renuncias merced a juicios políticos iniciados? ¿Por los juicios políticos exitosos? ¿Por los funcionarios y empleados formados? ¿Por el fundamento de las sentencias? ¿Por la calidad de sus escritos y dictámenes? ¿Interesa medirlos cualitativamente? ¿Debería tener eso el CAM para su selección? ¿Cómo? ¿Influyó de alguna manera la Escuela Judicial del CAM en la calidad de los seleccionados? ¿De qué forma? ¿Por qué?
4. ¿Conclusión?
Muchas preguntas. Pocas respuestas. Más allá del paso adelante que se dio en la selección de jueces, fiscales y defensores con el CAM, claramente hay un montón de preguntas que abren variados temas en los que se puede trabajar. Espero que cuando el organismo cumpla 30 años, las preguntas a responder sean otras.