Una entrada no bastó para recordar el temón del verano en el medio de tantos líos: la toga y los martillos.
Que el árbol no nos tape el bosque, como dijo Deborah Huczek en esta columna en La Nación: si se aprueba la iniciativa del Poder Ejecutivo, se saldará una deuda de más de de 170 años que podría transformar el sistema de justicia argentino.
Los jueces no juzgarían, sino que lo harían 12 ciudadanos en paridad de género. Ellos impartirían justicia, como ya lo hacen en 11 provincias argentinas, con absoluta legitimidad y aceptación.
Los muchachos de Comodoro Py, siempre envueltos en casos más políticos que jurídicos, se centran en las curiosidades de la toga y el martillo, en vez de cumplir la Constitución Nacional e implementar los juicios por jurados.
Deborah Huczek es como el niño de El traje del emperador, pues nos dice que el Poder Judicial está desnudo, envuelto en un enorme escepticismo generalizado sobre su rol con jueces que toman mate mientras juzgan, que no hacen audiencias, que cuando las hacen no escuchan los argumentos, que invitan a presentar escritos, que ven sus pantallas, etcétera.
¿Esos nos dicen que el problema es que la toga y el martillo son una payasada y que los va a alejar del pueblo? ¿No será que ya están alejados? ¿No será que los aleja dilapidar recursos para seguir operando ineficazmente?
Digresión importante con cita a Alberto Binder en esta conferencia (con aclaración importante), para que quede claro: «El juicio por jurados viene a salvar al juicio oral de su decadencia» (sí, con toga y martillo incluidos).
De nuevo: toga y martillo son atributos universales de la jurisdicción, con origen en la República Romana. Están ahí para recordarle al juez su investidura de autoridad, que ejerce un rol en nombre del Estado, no es cualquier cosa.
Ojo, también le dejan en claro que fuera del tribunal, el juez es tan solo un ciudadano más. Su autoridad se reduce a la sala de audiencia, donde sus decisiones impactan tanto a él como a los demás.
En fin, esperemos recordar como Dory dentro de unos años con curiosidad y extrañeza esta discusión de togas, martillos y barandas en el medio de lo importante: cumplir con la Constitución Nacional e instaurar definitivamente el juicio por jurados.
Sí, esto fue un hilo el 05/01/24.
Agustín Eugenio Acuña 