En el mes del abogado (porque un día nos queda chico, seamos sinceros), se me ocurrió hacer listado rápido de personajes que eran abogados, aunque se hayan destacado por otra cosa. Mezclo conocidos y no tanto. Veamos si alguno de la lista los sorprende.

¿Quién no escuchó del telescopio espacial Hubble alguna vez? Bueno, le pusieron así por Edwin Hubble, que parece ser que era bueno en todo, salvo ortografía. Y sí, aunque no lo crean, detrás del astrónomo famoso ¡hay un abogado! El bueno de Edwin era obediente del padre y se hizo abogado. Sin embargo, al año de ejercicio, tiró su práctica a un lado para dedicarse a su verdadera pasión, la astronomía.
Nelson Mandela, presidente de Sudáfrica en 1994 luego del apartheid, político destacado y gran líder, era abogado y ejerció como tal. Morgan Freeman lo interpretó magistralmente en Invictus (2009).
Wassily Kandinsky estudió no solo derecho y economía. Ejerció como abogado con éxito y casi termina enseñando derecho romano. A los 30 cambió los pleitos por los pinceles y así, dicen los que saben, empezó a convertirse en el grandísimo pintor que fue.
Mahatma Gandhi, padre de la India, también fue abogado, aunque por una sobresaturación del mercado jurídico por entonces, no tuvo una buena experiencia. ¿Les suena? Ben Kingsley ganó un Óscar por interpretarlo en Gandhi (1982).
En cualquier Escuela de Negocios o MBA se estudia el caso Southwest, que, para hacerla corta, es la aerolínea que fue pionera en el concepto de las law cost. La empresa rompió con la estructura tradicional del mercado aéreo. Sí, aunque no lo crean, detrás del éxito hay otro abogado, Herbert Kelleher. El hombre se graduó, trabajó para un juez de la Corte Suprema de Nueva Jersey, para un bufete de abogados y luego rompió el mercado aéreo con un inicio de 3 aviones.
No todos abandonan la abogacía. Algunos hacen al revés. Ese es el caso de Frances Northcutt, ingeniera en la misión Apolo que tiene un cráter lunar, “Poppy”, nombrado así en su honor. Sin embargo, no era suficiente y dio un cambio de dirección y se convirtió en abogada en 1981. Pero no colgó el título, pues trabajó en una fiscalía, con un juez de apelación y luego ejerció con especial énfasis en la lucha de los derechos civiles, especialmente de las mujeres.
Bonus track: los matemáticos se rompieron el coco más de 300 años para intentar resolver el último teorema de Fermat que se conjeturó en 1637. Y sí, aunque no lo crean, lo demostraron recién en 1995. El detalle: Pierre de Fermat era abogado.
En fin, casos conocidos y no tan conocidos de abogados detrás de los personajes. Algunos dicen que somos muchos. Otros dicen que somos una plaga. Ni idea, pero me parece que al menos somos interesantes. ¿O no?
Sí, esto fue un hilo el 04/08/24.