¿Es acaso posible que las cartas de amor se relacionen con la ley y las operaciones inmobiliarias? Yo no lo creía, pero me llevé una gran sorpresa.

Gran aclaración: no, no son las cartas de amor que ¿se intercambiaban nuestros abuelos y abuelas? Son «love letters» que se hacen en USA a quien tiene en venta su casa para decirle «mirá, yo la compraría para esto, la mantendría así y asá, no la tiraría abajo, etc…» La cosa es seria. En Amazon hay libros que nos dicen cómo hacer estas cartas e incluso recopilan las mejores. Quizás haya hasta ghost writers de estas cartas.
La sabia legislatura de Oregón por supuesto, tan presta a legislar en tan importante materia, puso manos a la obra para eliminar tan espantosa (¿y peculiar?) costumbre. Sacaron una ley para prohibirla. Fueron el primer estado en hacerlo.
Por supuesto, los decentes agentes de bienes raíces demandaron y pusieron el grito en el cielo. Su caballito de batalla fue la primera enmienda, no solo de ellos, sino de sus clientes.
Y aunque no lo crean, un juez federal (¿quién sino tendría la valentía de enfrentar a una legislatura extraviada como la oregonesa?) bloqueó la insólita ley que prohibía una consolidada (e insólita también) costumbre como lo son las cartas de amor.
Aunque no lo crean, en mayo del año pasado el juez federal Marco A. Hernández concluyó en que la ley de Oregón en contra del amor libre entre aspirantes a compradores y futuras viviendas era inconstitucional.
La fuente original de todo esto es esta entrada del blog de Marcelo Gobbi, a la cual llegué gracias a la recomendación de un amigo. Y no, no sé si Oregón apeló ni qué suerte corrió la apelación. Eso sí, si se enteran, agradecería me avisen.
Sí, esto fue un hilo el 08/01/23.
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