Cada vez que voy con mis hijos a tomar un rico helado en Freddo no puedo no sonreír cuando me atiende una mujer. ¿Por qué? Pues recuerdo el caso que me enseñaron en Derecho Constitucional, allá a lo lejos y hace tiempo...
Cada vez que voy con mis hijos a tomar un rico helado en Freddo no puedo no sonreír cuando me atiende una mujer. ¿Por qué? Pues recuerdo el caso que me enseñaron en Derecho Constitucional, allá a lo lejos y hace tiempo...