Los abogados al escribir tenemos varias adicciones: el uso de las MAYÚSCULAS, los latinismos, la famosa oración-párrafo, los arcaísmos, etc. Sin embargo, la entrada de hoy se dedica a su majestad: el punto y guion...
¿Qué tal andan los jurados clásicos con los casos de violencia institucional? ¿Se la bancan? ¿Y la presión? ¿Y los aprietes? ¿Pueden realmente estar a la altura de juzgar esos casos? Son preguntas/dudas/cuestionamientos que se hacen. El caso de la Masacre de Monte responde.
¿Pueden los jurados juzgar casos con perspectiva de género? ¿Pueden tener en cuenta situaciones de sometimiento de las mujeres? ¿Pueden entender el condicionamiento que tienen en un contexto de violencia? ¿Necesitan algún curso? ¿Los jueces técnicos juzgan mejor estos casos?
Agustín Eugenio Acuña 