La justicia inglesa según Couture

No sé cómo terminé, en algún momento de mi vida, leyendo “La justicia inglesa” de Eduardo J. Couture (sí, el procesalista de los mandamientos del abogado). ¿Vemos algo?

Advierto que es una pequeña conferencia de 26 páginas en la que Couture comparte su visión sobre la justicia inglesa. Y spoileo: tiene una excelente opinión sobre el sistema inglés. Así que la entrada de hoy es cipaya, sorry.

En el “Propósito” Couture nos dice que la inglesa es una justicia rudimentaria, de las más caras del mundo, centralista con jueces peregrinos, de la más reducida del planeta (solo 100 jueces) y no es culta. Pavada de inicio.

En “El juez inglés” Couture dice que, a diferencia de otros países donde “la judicatura es una alternativa de la juventud; en Inglaterra es un privilegio que da la vida”. Faaa…

Lo explica: se eligen jueces a los abogados exitosos en la profesión, no hay carrera administrativa y tienen los sueldos más altos del mundo (de ahí lo cara). Es la coronación de una vida triunfal ser juez.

¿Ascensos? ¿A dónde? En la justicia inglesa no hay tal cosa, pues es un punto de llegada, no de partida, dice Couture.

¿Cuánto ganan los jueces ingleses? En la época de Couture, más que los jueces de toda Europa, con fondos sin intervención del gobierno. ¿Por qué? Porque como enseñaba Story, «un poder sobre la fortuna significa algo así como un poder sobre la conciencia».

Obviamente destaca la justicia oral, pública, con la dirección del juez y, obvio, con el protagonista central que es el jurado. El capítulo cierra con 3 párrafos hermosos.

En “El common law” Couture explica lo que es para él la antítesis del sistema del Derecho Civil con una linda comparación entre Roma, Inglaterra y la forma de andar por la vida…

Y para los que le gusta el escribir rebuscado, Couture señala que todo lo contrario son las sentencias de los ingleses…

En “El sentido político de la justicia inglesa” Couture dice que la justicia inglesa tiene la política de la libertad y hace una hermosa comparación entre los procesos civiles y penales de ellos y de “nosotros”.

Y luego se dedica a describir el sistema acusatorio en el proceso penal con igualdad entre las partes. Y el civil, donde el juez no es el tercero imparcial que deja que pase el tiempo y se hagan pruebas inútiles. Couture lo sintetiza así…

¿El fin? Pues Couture dice que esta justicia, con mucha pompa secular, lo hace con naturalidad, porque, como decía Mr. Justice Mathev, “in this country justice is open to all, like the Ritz Hotel”.

Sí, esto fue un hilo el 21/12/25.

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