Sigo en onda libros. A este seguramente llegué por alguna recomendación de gente especialista en Derechos Humanos y el Sistema Interamericano. “La Argentina en el banquillo”, de Sebastián Alejandro Rey, sin duda es un libro a recomendar. ¿Lo vemos?

Advertencia: no es el típico libro de derecho, lleno de conceptos, naturalezas jurídicas y la mar en coche. No. Nada que ver. Es un libro de casos. Pero no estilo “método del caso”.
Sí, ya sé, empecé definiendo por lo negativo. Disculpas. ¿De qué va el libro? Pues de contar todos los casos que se litigaron en la CIDH y en la Corte IDH contra la Argentina. Así de simple y así de ambicioso.
Sin embargo, no esperen transcripciones eternas de farragosas sentencias o resoluciones. No las hay. Rey se concentra en entrevistas a los protagonistas de los casos, lo que hace su lectura maravillosa, ágil y humana. Al fin y al cabo, detrás los casos hay gente.
Y cuando digo gente, me refiero a personas de carne y hueso que ocuparon distintos roles: las víctimas, sus familiares, los funcionarios locales, nacionales e internacionales, los abogados, los peritos, los testigos, etc.
Este libro, a mi modo de ver, reconstruye el backstage de los casos de una manera maravillosa. No solo por la calidad de las fuentes a las que accede (gran laburo detrás, se nota), sino por ese cruce entre política, diplomacia y litigio que hay en cada caso y que transmite tan bien.
Por supuesto, está redactado desde los títulos para atrapar al lector. Y lo hace. No con golpes bajos, sino con información pura, relevante y que nos mete en el barro de cada caso.
Por supuesto, amo la cantidad de anécdotas que tiene. Por ejemplo, el estudiante que en un programa de Mariano Grondona dice a la madre de una víctima: “me voy a recibir y voy a tomar tu caso” y luego lo hace.
O cuando a Marisa Graham, que había escrito un montón sobre el caso “Fornerón” criticando al Estado por su accionar, le toca defenderlo. ¡Los peticionantes citaban todo lo que había escrito ella para fundar su posición!
Hay muchos casos de violencia policial y de impunidad, por supuesto. Y muchos en los que las provincias (sin distinción de banderías políticas) fueron un genuino obstáculo para avanzar en soluciones amistosas.
¿Detalles de los casos? Hay un montón. ¿El día después? También se encarga de eso, en especial de la tortuosa ejecución de las sentencias de la Corte IDH o incluso de las recomendaciones de la CIDH.
Sin duda que la mejor lección que se puede sacar es que cuando tenés un gobierno con decisión política del otro lado, con gente autorizada a negociar y pactar, los casos pueden avanzar hacia acuerdos de solución amistosa.
No temo en afirmar que a los que les gusta el sistema interamericano, el litigio, los Derechos Humanos y demás, deben leer este libro. Es un baño de realidad necesario para todos los operadores del sistema (o los que aspiran a serlo).
Si se engancharon, les dejo la presentación del libro en 2021, plena pandemia, acá.
Sí, esto fue un hilo el 16/11/25.