Pitbulls, casi 5 años de prisión preventiva y un jurado

¿Puede alguien estar en prisión preventiva casi 5 años (o sea, antes del infame Mundial de Rusia 2018)? ¿Qué tienen que ver sus supuestos pitbulls con ello? ¿Puede haber sido resuelto tremendo desaguisado por un jurado (como siempre)? Pasen y lean… (también hay garrafa).

01/06/18. Marcos Palacios, albañil paraguayo laburante se da con que le entraron a su casa y le afanaron una garrafa, una amoladora y una maza. Desde su techo vio las marcas del delito… una rastra por 30 metros hasta la casa de su vecino.

Guapo el guaraní, encaró a su vecino, Matías Chávez. Entre que Chávez tiró mazazos (sí, con la maza afanada) y Palacios machetazos, ganó este último, luego de rebanarle las dos orejas (aunque el encarado también tenía un revólver). Alto duelo. Y sí, sangre al estilo Tarantino.

Todo se fue todo al demonio. El chumbo pasó al afanado, que le pegó cuatro tiros al afanador: muslo izquierdo, mano, cuello, el glande, quinta vértebra. Casi parapléjico, quedó como Nosferatu.

Digamos que se pudrió la legítima defensa. ¿Pero por qué lo guardaron casi 5 años? Pues por la creatividad populista punitivista tribunalicia. «Chávez no pudo nunca entrar a robar a lo del guaraní porque tiene 3 salvajes pitbulls que lo habrían alejado». ¿Cómo? Sí, eso.

Entra en acción la defensa pública, a cargo de la defensora María Luba Lazarczuk, oriunda de Kiev, Ucrania. Ni los jueces ni la fiscalía contaban con su astucia, sus destrezas de litigación y su impecable atuendo, obvio.

Hizo lo de manual, ir al lugar del hecho. Con ello desbarató la hipótesis de «canes feroces». Las imágenes que tomó hablaron por sí solas: eran adorables animales, no bestias incontrolables.

Todo muy lindo, pero ¿cómo zafaba de los tiros el paraguayo con la legítima defensa? El alegato de apertura de Lazarczuk señaló el elefante en la sala: Chávez no estaba. ¿Por qué no estaba la presunta víctima? ¡Pues porque estaba preso por seguir robando en modo Nosferatu!

El Ministerio Público Fiscal (MPF), contra las cuerdas luego de semejante presentación, llamó a su testigo estrella: Chávez alias Nosferatu, obvio.

El contraexamen fue letal. La defensa pasó un video de una cámara de seguridad luego de que el albañil ya estuviese en prisión preventiva. ¡Era Chávez en modo Nosferatu saltando a la casa de otro vecino y llevándose un plasma a su casa!

«Es usted, ¿no es cierto?» «Esa es su casa, ¿no es así?», preguntó la defensora. Chávez bajó la testa (sin orejas, obvio) y respondió: «Sí, soy yo, pero lo del paraguayo yo no fui». Sí, casi igual que Bart en uno de los inolvidables capítulos de la eterna serie.

En menos de 60 minutos el jurado dejó en libertad a Palacios, que se fue caminando a su casa, donde pudo ver a Argentina ganar el Mundial 2022, con sus perritos, de quien tiene tatuadas sus patitas.

Todo el crédito a la Asociación Argentina de Juicio por Jurados que hace visible este maravilloso caso.

Sí, esto fue un hilo el 16/11/22 y tuvo algún eco acá en MDZ.

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