El caso de Estefanía

Hoy comparto un caso terrible, que tiene de todo: plazo razonable, prisión preventiva, defensa pública, crisis carcelaria, violencia institucional, jurado y la famosa ley tribunalicia «siempre se hizo así».

Estefanía, una mujer pobre, adicta, con entradas y salidas de la cárcel, intentó matar a su bebé cuando estaba en la cárcel de Los Hornos de la Plata en octubre de 2015. Esa fue la acusación de la fiscal Rosalía Sánchez.

Sí, el plazo razonable llegó a la cita, obviamente. El hecho habría ocurrido en octubre de 2015 y se juzgó a Estefanía 7 años después. ¿El caso era tan complejo? ¿Por qué se demoró tanto? ¿El Estado no tiene el poder máximo en una prisión? ¿No debería haberse hecho antes?

Y sí, durante esos 7 años (casi dos períodos presidenciales), Estefanía los pasó en prisión preventiva. No, no es un error, los 7 años los pasó guardada. ¿Prisión domiciliaria por ser madre de cuatro hijos menores? Por supuesto que no se la dieron.

Los médicos que vieron al niño luego del supuesto intento de asfixia declararon que no tenía ni lesión ni signos de asfixia, estaba sano y saludable. ¿Pero y entonces cómo pudo llevar esto a juicio por jurados el Ministerio Público Fiscal? ¿Acaso tenía algún as bajo la manga?

Uno supondría que iban a ser las testigos (compañeras y guardiacárceles) que vieron el supuesto intento de asfixia… pero no, dieron mil versiones distintas del supuesto hecho. ¿Acaso eso no se sabía durante la investigación? ¿No se analiza la credibilidad antes de llevar a juicio algo?

Entra en escena la defensa pública, con la defensora oficial Gladys López, Micaela Vivas, Santiago Galán y Alberto González. Ah sí y la violencia institucional como parte central de su teoría del caso.

Demostraron que a Estefanía le hicieron en el medio de la feroz crisis carcelaria bonaerense, «la calesita» (no, no es aquella en donde nos divertíamos cuando éramos chicos): pasó por todas las cárceles de la provincia, con múltiples problemas con todo el Servicio Penitenciario.

Cuando Estefanía llegó a la Unidad Carcelaria 33, casi a fin de septiembre de 2015, no recibió una cálida bienvenida. A los diez días bajo el pretexto de que intentó asfixiar a su hijo de cuatro meses en su celda, la separaron de él. Y luego la mandaron al pabellón psiquiátrico.

El jurado, con gran tino, no necesitó más que 35 minutos para deliberar y poner fin al calvario de Estefanía con un veredicto de no culpabilidad. Sin embargo, esto no había terminado pues… la famosa ley tribunalicia «siempre se hizo así» entró en escena. Estefanía debería haberse ido caminando luego de la decisión del jurado. No pasó. La sacaron esposada por la inercia inquisitiva de llevarla al penal para constatar que «no existiese algún impedimento».

Cuesta no conmoverse con un caso así, donde hay una cantidad enorme de derechos vulnerados, por más que el juicio se haya hecho en 3 días. Como dije, la fuente, acá.

Sí, esto fue un hilo el 13/11/22.

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